¿Sabías que desde la neurociencia ya se sabe que cuando quieres empatizar con una persona tu cuerpo, quieras o no, se sincroniza con el cuerpo de la otra persona?
¿Sabías que esta sincronización aumenta cuando estás más presente, cuando estás en atención plena? Es decir…cuando no estás pensando en algo del pasado o en algo del futuro.
Cuando somos pequeños estamos siempre en el presente, no tenemos preocupaciones del pasado o sobre el futuro.
De pequeños nuestro cuerpo se sincroniza permanentemente con el cuerpo de nuestros padres, de manera automática, instintiva y natural como ha descubierto la neurociencia para poder empatizar al máximo con nuestros padres, pues nuestro objetivo más importante es aprender de ellos y ser queridos por ellos.
Nuestro cuerpo captó permanentemente la manera de pensar, la manera de sentir y gestionar las emociones, la postura, el tono de voz, los gestos, etc…de nuestros padres y esto fue muy inteligente y sabio, pues nos ayudó a aprender, a adaptarnos a nuestro entorno, a sentirnos más queridos, más aceptados y a tener un sentimiento de pertenencia en nuestro clan.
No obstante, también podemos hasta sincronizarnos con algunos síntomas físicos y con algunas enfermedades de nuestros padres.
Llegados a la edad adulta no sabemos si nuestro cuerpo es en realidad nuestro cuerpo, con nuestras creencias, nuestras emociones, nuestras heridas, nuestras enfermedades o estamos cargando el cuerpo de nuestros padres. Más bien ocurre esto último.
Ya lo apuntaba Albert Einstein cuando afirmaba que
«pocos son los que ven con sus propios ojos y sienten con sus propios corazones».
Entonces, ¿qué ven nuestros ojos? ¿Qué siente nuestro corazón?
Si queremos liberarnos de lo que no es nuestro, de lo que en su momento incorporamos como propio debido a esta sincronización corporal con nuestro entorno más cercano, para ir al encuentro de lo que es verdaderamente nuestro, tanto nuestra luz como nuestras heridas y nuestro dolor, antes debemos identificar y liberarnos de lo que no nos pertenece.
«Para saber lo que eres, descubre primero lo que no eres»
Sri Nisargadatta Mahara, maestro espiritual de la corriente Advaita, autor de Yo soy eso.
Si todo lo que necesitamos liberar que no nos pertenece lo hemos incorporado como propio a través de la sincronización corporal, mi propuesta es liberarlo también a través de un trabajo de desincronización corporal. Este seminario es una opción para realizar este proceso.
En este seminario de 4 días, serás guiado/da a contactar con la imagen del cuerpo de tus padres o sustitutos parentales. Exploraremos el inconsciente a través de movimientos de despertar corporal según el Método de Liberación de las Corazas (MLC©), de visualizaciones y otras dinámicas, que te ayudarán a «reencontrar» el cuerpo de tus padres con el objetivo de identificar los patrones de comportamiento, las creencias, las emociones y los condicionamientos recibidos de los mismos. Este seminario te guía hacia una liberación de la «coraza parental» para favorecer un restablecimiento del vínculo de amor con tus padres, un mayor bienestar, una liberación del cuerpo y un reencuentro con tu naturaleza profunda.
Es un taller grupal de 4 días de duración (1-6-7-8 diciembre 2024), de 9.30h de la mañana a 17.30h de la tarde (con una hora de pausa al mediodía para el almuerzo). Formato on-line y presencial.
Este seminario es un pre-requisito para poder inscribirse en la Formación en el Método de Liberación de las Corazas (MLC©). Inicio próxima promoción: Enero 2025.
Guiado y conducido por Judit Mateu, diplomada en el Método de Liberación de las Corazas (MLC©) y certificada por Marie-Lise Labonté para impartir este seminario.
Posibilidades de alojamiento en Casa Karuna (www.casakaruna.org).
Se recomienda leer el libro «Sobrevivir en la mente o vivir en el corazón», Judit Mateu, Editorial Hakabooks, 2023.
Se recomienda leer el artículo «Cómo influye nuestra madre a la hora de elegir pareja en la vida adulta», Judit Mateu, OK Diario.
Se recomienda leer el artículo «Cómo influye la relación con nuestro padre a la hora de elegir pareja en la vida adulta», Judit Mateu, Ok Diario.